LESLY de Famosa: Eva, la primera de la colección

Con Eva comenzó toda esta historia.

Llevaba dando vueltas a la idea bastante tiempo. Quería una Lesly.

Por alguna extraña razón, se repetían aquellos recuerdos de infancia con mi prima "Chica", jugando los fines de semana en el dormitorio con nuestras Leslies. Lo pasábamos tan bien las dos con nuestras muñecas que no salíamos de aquel habitáculo de la casa.

La semana se hacía interminable hasta que por fin llegaba el viernes tarde. Entonces mi tío Antonio aparecía con el Seat 600 blanco en la puerta de casa. Mi prima traía su Lesly rubia y el costurero, algunos retales de telas que juntaba con los míos y nos pasábamos las horas, sin contarlas, tiradas en el suelo de mi habitación haciendo de modistillas. Recuerdo como mi madre, harta de reclamarnos para la cena, en más de una ocasión tuvo que dejarnos cenar allí mismo. Fui muy feliz en aquellos findes con mi prima jugando con nuestras muñecas y la sensación que me provocaba ese recuerdo de niña era un inciso constante. Repetitivo. Que clamaba por una Lesly. Aunque ya no tenía nueve años sino cuarenta y siete.

De pequeña tuve muchísimas muñecas, entre ellas, una Lesly pelirroja con pelito corto, rizado y raya al lado, un modelo de principio de los ochenta. Era con esa muñeca con la que jugaba con mi prima y años más tarde, a final de los ochenta, mi madre apareció en casa con una Lesly comunianta de pelo rubio como esta de la imagen de abajo.

Llegó sin previo aviso una mañana de la compra matutina y junto con el pan y la fruta. traía aquella caja con el logotipo de Famosa. Lo recuerdo como si hubiese ocurrido hace un rato. La ilusión que me hizo, aquella fue una de las últimas muñecas de Famosa con las que jugué. Hasta que en abril del año pasado me regalaron a Eva. Curiosamente Eva también es una comunianta rubia. Y yo la misma cría que le encantaba customizar a sus muñecas, aunque entonces no sabía ni lo que era eso de customizar. A Eva le corté el pelo en cuanto la recibí y se lo dejé a mi gusto, tratando de arreglar un poco la mala calidad que tienen ahora estas muñecas comparadas con sus predecesoras. Siguen siendo para mi gusto muñecas con encanto, aunque hay algo, no sabría decir si en el material o en qué... una especie de ausencia de calidez. Aun así como manifiesta el titulo de este post es la primera de colección de mi etapa adulta.