Muñeca Ob 11: Mandarina se va de casa.

─ A ver Mandarina, cuéntame qué es lo que te pasa.

─ No me pasa nada.

─ Cómo que no, entonces por qué me pones esos ojitos y me haces pucheritos.

─ Es que... yo no me quiero ir de casa.

─ A ver Mandarina te voy a contar un secreto. Pero escucha con atención.

─ Síp. quiero escuchar ese secreto, pero a que luego me vas a poner en el armario de las quecas .

─ Primero escucha lo que te tengo que contar. La primera vez que te hice yo estaba muy triste. Cuando compré los materiales para crearte, tenía en mente hacer una muñequita muy especial, con alma, algo pequeñito que poder llevar encima siempre y si la ocasión del día no estaba muy a favor sacarte del bolso y hacer que tu magia me transmitiera un momento de felicidad.

─ A mi me gusta mucho ir contigo, que me saques del bolso, me gusta poner ojitos para que me tengas en tus manos y me gustan las cositas que me haces y las fotos que me sacas. Me gusta mucho hacerte feliz..

─ Pues a eso voy pequeña Mandarina, tu misión en esta vida es esa, ser una muñequita quitapenas como ninguna otra, a pesar de que eres la tercera de las tres hermanitas que he hecho.

─ ¿Soy la más pequeña, ese es el secreto?

─ Sí, lo eres. Pero no es un secreto tu puesto entre las Mandarinas el secreto es que estas hecha con mucho cariño para una persona muy especial. Tan especial que crea magia capturando instantes de tiempo y los haces un para siempre.

─ ¿Siiiiip? ¿Cómo lo hace? ¿Cómo atrapa el tiempo? ¿Cómo lo hace? ¿Cómo es?

─ Ahh... Pues esa es la parte más chuli del secreto, tú has sido la elegida para ir a descubrirlos. Solo tú. Y yo estoy muy convencida... de que te va a gustar más estar allí que en el armario de las muñecas. Porque en su casa te esperan dos amigas peludas que te van a encantar.

─ ¿Quienes, quienes...? Dímelo, dímelo.

─Resulta que ese es otro secreto que descubrirás al salir de la cajita en la que vas a viajar.